En su afán de apertura de nuevas opciones off road KTM se adentró en el nicho de mercado del enduro excursión, también conocido como enduro light o enduro de aventura, menos pretencioso que el racing. Lo hizo con el concepto bautizado como Freeride. Un término que buscaba evocar esa capacidad de ofrecer libertad de movilidad con una mezcla entre la moto de trial y la de enduro, con una moto de contenidas dimensiones, peso contenido… Sin olvidar su amabilidad de respuesta y funcionamiento con bajos niveles de ruido y una lineal potencia de entrega, asiento bajo y cómodo.
Un quinquenio de vida ha servido para que muchos hayan aceptado la propuesta, tanto en formato mecánico 350 4T –el primero que se usó- como en el posteriormente aparecido 2T. En su nueva versión 2018 la Freeride mantiene su espíritu pero redefinido mecánicamente en torno a un único motor, el 250 4T, hasta ahora no usado. ¿Por qué éste y en ese cubicaje inédito? Pues porque en KTM dan por terminada la producción del 250 2T con carburador, versión que no se homologa más, aunque puede que en el futuro se recupere el formato 2T con un propulsor basado en el nuevo de inyección de las enduro EXC.
Por otro lado el 350 4T, por peso, se había quedado algo fuera de las pretensiones del usuario que finalmente se había decantado por la Freeride, dando prioridad a una manejabilidad propia del trial. Aunando el menor peso posible con el uso de un motor 4T, homologado Euro 4/5, junto a un rendimiento aventurero, se ha optado por el 250 4T, adaptado a este uso de la Freeride, con unas prestaciones más contenidas que el homólogo modelo de enduro de la EXCF. Un propulsor que en su última versión, lanzada el año pasado, se había aligerado mucho y era 20 mm más corto que el modelo precedente.
Además, sus características con un gran par motor, lo hacen muy trialero. Y su centralización de masas le mantienen en referencia en términos de versatilidad de pilotaje -KTM anuncia un peso de 99 kilos, vacía-. El cambio del motor ha ido acompañado de un rediseño en el chasis, mixto aluminio/acero, con una imagen más endurera al incorporar el mismo guardabarros delantero y la placa portafaro de las EXC. También se monta una nueva horquilla WP Xplor, manteniendo detrás el amortiguador WP PDS.
Joachim Sauer, KTM Product Marketing Offroad habla así de ella: «es realmente la moto definitiva en cuanto a diversión de pilotaje. Sus capacidades son amplias y variadas y ahora, gracias a su naturaleza increíblemente ágil mejorada aún más con el nuevo motor 4T de 250 cc, que reúne todas las cualidades de los modelos anteriores, combinada con una parte ciclo rediseñada y aligerada. Con una manejabilidad mejorada, las nuevas suspensiones WP Xplor y suave y su lineal entrega de potencia, hemos disfrutado superando trialeras, pilotando por recorridos de enduro puro y yendo de casa al trabajo durante todo el proceso de desarrollo de esta nueva KTM.. Es realmente perfecta, con el añadido del factor de diversión».
La nueva Freeride 250 F tendrá un precio de 7.499 euros.
Via: Motociclismo